Sobre mí

Inicios

Se podría decir que siempre he sido una persona ordenada, quizás hasta el extremo, de hecho, recuerdo que no me gustaba que mis amigos vinieran a jugar a casa con mis juguetes porque me los descolocaban. Si, lo sé … “ella, la sociable”.

El caso es que, aunque me gustaba mantener un determinado orden en mi espacio, porque me hacía sentir bien, rendía más y me encontraba mucho más a gusto, también he sufrido épocas en las que el caos se apoderaba de mí. El exceso de tareas y obligaciones, el cansancio, falta de tiempo y un largo etcétera hacia de mí un despojo humano y vivía sumida en el caos durante épocas puntuales, pero repetidas veces, hasta que me di cuenta de que no podía seguir viviendo en esa rueda, donde el mismo error me atrapaba cada poco.

El cambio

¿Cuál fue el punto de inflexión? ¿Qué me hizo darme cuenta que no podía seguir viviendo en el caos? Pues fue algo muy simple y vanal, pero recuerdo como mi mente hizo click, y desde entonces todo cambio. En aquella época, yo aún vivía en casa de mis padres, y mi habitación parecía sacada de una peli de terror. Estaba en época de exámenes en la universidad, muy nerviosa, tenía que ir a trabajar por las tardes y aún me quedaban las tareas de casa entre mis obligaciones, y por su puesto ver a mis amigos, no puedes descuidar tu vida social, el caso, es que vivía siempre con libros a cuestas, entre la biblioteca, la universidad, mi trabajo y mi habitación, siempre corriendo, comiendo mal y a deshoras, en fin, os hacéis la idea del cuadro. La mayoría de vosotros habrá pasado por lo mismo.

Un día mientras estudiaba, internet se fue, y tras varios intentos fallidos de restaurar la conexión estaba enfadada, estresada y bloqueada, así que recogí mis cosas y me fui a la biblioteca a continuar, no tenía mucho tiempo. Dejé a mi padre a cargo de contactar con nuestro proveedor de internet para solucionarlo, y un técnico fue a casa con esa misión. Cuando volví ya estaba todo solucionado, pero me fije en mi espacio, y me dio vergüenza que el técnico hubiese visto tal desorden. Tenía montañas de libros sobre la mesa, papeles y archivadores sobre la cama, subrayadores y bolígrafos desperdigados por ahí, parecía que una bomba hubiese caído en una papelería y los restos hubiesen llegado a mi cuarto. Nadie puede estudiar bien así, ni tan siquiera puede vivir bien así, necesitamos cierto orden en nuestro espacio y también en nuestra mente. No podemos dejarnos llevar por el caos.

Nuevos tiempos

A día de hoy, saco dos conclusiones sobre este hecho, la primera es que desde entonces he aprendido que si quiero hacer algo es porque yo así lo decido, no por lo que vaya a pensar el resto, porque como comprenderéis preocuparme porque habrá pensado el técnico del internet, al que ni quiera conocía, no tiene ningún sentido. Debería haberme preocupado más por lo que pudieran pensar mis padres, que vivían en esa casa, pero ese es otro capítulo para tratar. Lo segundo es que, aunque mi estímulo para cambiar no fue el adecuado, si fue el detonante y desde entonces cree mi propio sistema de organización. Fui probando métodos distintos y haciendo variaciones hasta que di con lo que se adaptaba a mí y a mis circunstancias, también empecé a leer sobre optimización del tiempo, productividad, gestión y organización del tiempo, hasta que me convertí en una experta, por eso cuando después de recibir consultas y consejos de todo mi entorno para aprender a organizarse, no dude, si ellos tenían esos problemas, que yo también tuve, habrá más gente en la misma situación y así, nació Koscozy.

10 cosas sobre mí

  1. Soy una amante de la naturaleza

  2. Devoradora de aguacates

  3. Me gusta hornear mi propio pan, y hacer la masa madre

  4. Me flipa bailar

  5. Me encanta cocinar, pero sobre todo comer 🙂

  6. Adoro las plantas y las flores

  7. Uno de mis sueños es tener mi propio huerto

  8. Enamorada del yoga

  9. Lectora empedernida de novela histórica

  10. El rock de los 80 y la motown es mi banda sonora

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